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EFICIENCIA ENERGÉTICA

EFICIENCIA ENERGÉTICA

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El consumo eficiente es administrar la energía para tomar decisiones más inteligentes: usar solo lo necesario, evitar consumos ocultos y adoptar hábitos que optimizan el uso de energía en tu hogar.

 

Cuando hacés un uso más eficiente:


 aprovechás mejor cada kwh que usás, manteniendo el confort en tu casa.

 

🌍 disminuís el impacto ambiental,

 

💰 ahorrás dinero

 



La primera pista para investigar el consumo en tu hogar está en la etiqueta energética de tus artefactos: indica cuánta energía consume en condiciones normales de uso. Mientras más cerca de la categoría A (o superiores), más eficiente es.

 


En Argentina, la escala es así:



✔ Si un artefacto tiene muchos años, es probable que consuma bastante más que un modelo nuevo y eficiente.

 

✔ Elegí equipos con buena calificación energética y del tamaño adecuado para tu hogar.

 

 

 



 Estos artefactos cuentan con etiqueta energética y, si los elegís bien, te ayudan a usar la energía de manera más eficiente.


 


La segunda pista está en lo que casi no se ve: los consumos ocultos y los hábitos diarios.



Algunas acciones eficientes:

 

✔ Apagar los equipos por completo cuando no los usás.

 

✔ Usar zapatillas con interruptor para cortar la energía de varios enchufes a la vez.

 

✔ Desenchufar cargadores y dispositivos que quedan conectados “por las dudas”.

 


Secador de cabello, tostadora, plancha, pava eléctrica, batidora y otros pequeños artefactos también suman al consumo del hogar:

 

✔ Usalos solo el tiempo necesario.

 

✔ Aprovechá el calor acumulado: por ejemplo, planchando varias prendas juntas.

 


 

El consumo depende del tipo de pantalla, el tamaño y cuántas horas lo usás:


Si no lo vas a usar por varias horas, es más eficiente desenchufarlo en lugar de dejarlo en stand-by.

 



✔ No todas consumen lo mismo:

 

✔ Una notebook suele consumir menos energía que una PC de escritorio.

 

✔ El monitor es uno de los componentes que más consumo aporta: apagalo si no lo necesitás.

 

Si no vas a usar la computadora por un tiempo prolongado, lo más eficiente es apagarla por completo.

 



El aire acondicionado y la calefacción están entre los grandes sospechosos del consumo de energía en el hogar.




 ✔ Elegí equipos con tecnología Inverter: pueden consumir mucho menos que un equipo tradicional.

 

En verano, se recomienda configurarlo en torno a los 24 °C. Bajar la temperatura varios grados puede aumentar notablemente el consumo.

 

✔Mantené limpios los filtros: una limpieza periódica mejora el rendimiento del equipo.

 

✔ Climatizá solo los ambientes que usás y cerrá puertas y ventanas para conservar la temperatura.

 

 

 

✔Utilizala solo en los espacios que estén ocupados.

 

✔Aprovechá la aislación de tu hogar (cortinas, burletes en puertas y ventanas, alfombras).

 

✔No tapes los equipos con ropa ni objetos que obstruyan la circulación del aire.



 

Hay artefactos que trabajan casi todo el día y, por eso, merecen una mirada especial: heladera, freezer, lavarropas e iluminación.


 

✔ Están encendidos las 24 horas, todos los días. Pequeñas mejoras en su uso pueden hacer una gran diferencia en el consumo total de tu hogar:

 

✔ Elegí modelos eficientes, preferentemente no frost.

 

Ubicalos lejos de fuentes de calor (cocina, horno, sol directo) y dejá al menos 15 cm de separación con la pared.

 

✔ Revisá que los burletes cierren bien.

 

✔ Evitá guardar alimentos calientes: dejalos enfriar antes.

 

✔ Descongelá el freezer si la escarcha supera algunos milímetros de espesor.

 

✔ Abrí la puerta solo el tiempo necesario.

 


 

El lavado también puede aportar una parte importante al consumo:

 

✔ Optá por lavarropas eficientes (clase A o superior).

 

Siempre que puedas, lavá con agua fría: gran parte de la energía se usa para calentar el agua.

 

✔ Usá programas cortos cuando la ropa no esté muy sucia.

 

✔ Cargá el equipo hasta la capacidad recomendada, sin excederla.

 

Aprovechá el centrifugado y secá la ropa al aire libre.

 

 

 La iluminación está presente todos los días:

 

✔Elegí lámparas LED: consumen menos energía y tienen mayor vida útil que otros tipos de lámparas.

 

✔Aprovechá la luz natural y pintá paredes y techos de colores claros.

 

✔Apagá las luces en los ambientes que no estés usando.

 

Donde tenga sentido, podés usar temporizadores o sensores que enciendan y apaguen la luz de forma automática.

 



 El agua caliente también tiene su peso en el consumo de energía del hogar.

 

Evitá que el termotanque o calefón eléctrico estén a la intemperie.

 

Tratá de que las duchas no se extiendan más de lo necesario.

 

Regulá la temperatura desde el artefacto para no tener que compensar con demasiada agua fría.

 

Mantené el equipo en buen estado y con las revisiones correspondientes.

 


Con el Simulador podés mirar tu hogar como si fuera una escena para investigar:

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